PUNTO DE VISTA: El Pueblo tiene que ser Comuna Abierta
Erase una vez,
hace tiempo, un cuento de hasta ayer y ahora esperando mejorías en un futuro
próximo, en un país con cuatro costados, con regiones y departamentos. En aquel
país de cuatro puntos cardinales y un centro, se echaba de menos a un dirigente elegido
para representar al conjunto de los colectivos dentro y fuera del país. Un país de diversas fuerzas sociales que
nunca estaban del todo de acuerdo entre sí excepto en las cosas ocultas que
favorecían intereses personales de pocos ombligos en detrimento de los pueblos y gentes del país. Entidades como partidos políticos se habían transformado con el
tiempo en empresas ultra-competidoras sin
piedad ninguna entre adversarios y supuestos súbditos en un campo del
todo vale mientras el dinero que nadie sabía su valor y papel en una sociedad
seguía sin olor. En aquel país, las
empresas con obligación de resultados y nombres de partidos políticos mantenían
una lucha fiera y perpetua por el poder para así acceder a la silla P que hacia soñar a cualquier pretendiente fumigando promesas de paraísos imposibles al conjunto de los pueblos pero, de pronto cambiaban de aspecto el día que se les otorgaba
la confianza para sentarse sobre la mismísima silla P. Como decía y sigue diciendo algún negro de
renombre, ¡lo son todos!, “Las libertades sin las capacidades no son nada”. Dicho
de otra manera, en aquel país de procedencias diversas y un único centro
disponible y posible para convivir, se anhelaba el honesto vaivén de una
colmena, un hogar multidimensional enorme como un país, un hogar comunal.
Después de largos altibajos, la luz al final del túnel empezó a dejarse ver.
-Yo soy de izquierdas- -Yo también- - Yo también…-
-Entonces queridos compañeros, es la hora, ahora o nunca-. Los distintivos valen para seres y comidas contantes
y sonantes que se necesitan diariamente para el desarrollo personal e interpersonal,
pero la política como ciencia no entiende de variables inventadas a propósito y
cargadas de engaños del estilo del enfermo imaginario. La política, la
verdadera, no entiende de centro,
extremo, defensa….o goleador. Ella es coherencia o, no es. Cuando un rebelde
pone la “patria“ patas arriba por un nuevo sueño para el pueblo siendo su Zorro-”coach”,
el ala socio-crítico que ladró y sigue ladrando pero nunca mordió y el social
“obrero” centenario desteñido desde hace lustros, más, todos los tipos de
matices sociales, deben hacer piña-piña como la que rodea a la abeja reina. Dicho
de otra manera, que el podemos si se puede, la izquierda desunida y la lucha
obrera descafeinada se uniesen naturalmente y de verdad sin afanes de
protagonismos personales dado el momento complicado del asunto frente al egocéntrico y codicioso que se
arrugaría y recularía los pasos adecuados de mantenimiento a raya sin
oportunidad de reflorecimiento. ¿Es utópico? No, no lo es porque a lo otro ” le
llaman democracia y no lo es”. Podemos si se puede es joven-maduro y vacunado a
quien el pasado que intentó pero no pudo debe arropar para que lleve el timón si
aún queda una gota de nacionalidades en las venas. Izquierda es el pueblo en
directo e indirecto. Directo el pueblo e indirecto los elegidos por la
ciudadanía. Directos los yos- yos, indirectos los yos colectivos que son
sagrados. ¿Por qué tantas izquierdas? ¿Por qué cada uno quiere una parte del pastel,
siempre la más grande? Ya no puede ser, más ahora que el consciente rebelde
bonachón y firme está fuerte con razón. Es la hora de
arrimarse en el mismo aire de juego por amor a la deseada meta: Vida al Pueblo.
Entonces,”Cuando ves a un cocodrilo comprándose un pantalón es que ha
encontrado una solución para dejar salir su cola”.
A buen entendedor, un abrazo.
A.B.T
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